Desde hace varios años, El Salvador ha capitalizado su reputación como uno de los destinos de surf más prometedores de Centroamérica. El proyecto Surf City, lanzado originalmente durante la administración del expresidente Salvador Sánchez Cerén, marcó el inicio de una estrategia para consolidar la costa salvadoreña como un destino global para surfistas. Su segunda fase, conocida como Surf City 2, busca llevar esta apuesta aún más lejos: no solo fortalecer la infraestructura turística, sino generar desarrollo económico en las comunidades costeras y promover la sostenibilidad ambiental. A continuación, presentamos un panorama detallado de este ambicioso proyecto.
1. Orígenes y objetivos de Surf City 2
Tras los primeros logros de la fase inicial de Surf City —que reunió eventos internacionales, mejoras puntuales en carreteras y posicionó a El Salvador en la mira de competidores y aficionados al surf—, el gobierno salvadoreño detectó la necesidad de:
- Diversificar y distribuir el desarrollo turístico en más puntos de la franja costera.
- Mejorar conectividad, servicios y seguridad para visitantes extranjeros y turistas nacionales.
- Fomentar oportunidades de empleo y emprendimiento local en las comunidades aledañas a los principales puntos de surf.
- Proteger y conservar el entorno natural, garantizando que el crecimiento turístico no degrade los ecosistemas marinos ni terrestres.
Con estos lineamientos, Surf City 2 se lanzó oficialmente en 2021 como parte de la estrategia de “Turismo Sostenible 2030” del Ministerio de Turismo (MITUR). Sus metas centrales son:
- Integrar al menos 10 playas y rompientes icónicos en un corredor turístico costero.
- Desarrollar infraestructura básica (vialidad, señalización, alumbrado, servicios sanitarios) en cada punto identificado.
- Implementar programas de capacitación a jóvenes y emprendedores para ofrecer servicios de hospedaje, alimentación, escuela de surf y guianza turística.
- Promover alianzas público-privadas que permitan la inversión en pequeños hoteles boutique, hostales, “camping ecológico” y servicios complementarios (transporte, rentas de tablas, cafeterías surf-friendly).
- Establecer un sistema de marca país que posicione a El Salvador como “Surf City 2022–2030” en circuitos internacionales de turismo de aventura.
2. Zonas y rompientes incluidas en el corredor Surf City 2
En la primera etapa de Surf City, la atención se concentró en playas de La Libertad (por ejemplo, El Sunzal, Punta Roca, El Majahual) y en la zona sur (El Zonte, El Cuco). Surf City 2 amplía este arco costero para abarcar tanto el litoral occidental como el litoral oriental, dividiéndose en los siguientes subcorredores:
2.1 Zona Occidental
- Playas Amarillas (Municipio de Ahuachapán): Rompiente emergente para surfistas intermedios.
- El Palmarcito (Sonsonate): Famosa por su ola larga de derechas, ideal para principiantes que ya dominan la tabla.
- Mizata (La Libertad): Conocida por sus secciones rápidas y tubulares, atractiva para surfistas avanzados.
- Las Flores (Usulután): Rompiente de derechas y olas potentes; cuenta con alojamientos rústicos y proyectos de eco-lodges en progreso.
Cada uno de estos sitios está siendo acompañado de un plan de intervención que considera:
- Mejoras viales: Pavimentación de accesos secundarios, señalización bilingüe (español–inglés), paradas de autobús y zonas de parqueo habilitadas.
- Servicios básicos: Instalación de módulos sanitarios, duchas al aire libre, puntos de agua potable y recolección de desechos sólidos.
- Seguridad y atención a emergencias: Presencia de personal de salvavidas en temporada alta, coordinación con Protección Civil y brigadas de primeros auxilios.
- Estrategias de marketing: Promoción nacional (ferias de turismo interno) e internacional (participación en ferias de surf en Brasil, México, Estados Unidos y Europa).
2.2 Zona Central (La Libertad y alrededores)
- El Sunzal: Ola clásica de derechas, apta para todos los niveles; su cercanía a San Salvador facilita su acceso.
- Punta Roca: Rompiente de clase mundial que recibe competencias internacionales; su ola tubular es muy apreciada por profesionales.
- El Majahual: Rompiente de derechas más tranquila, excelente para surfistas de nivel medio que buscan evitar las multitudes.
- La Bocana: Olas de derecha e izquierda que emergen en la desembocadura del Río Huiza; menos concurrida, con un ambiente más local.
2.3 Zona Oriental
- El Zonte (La Libertad, aunque considerado parte de la mitad sur): Playa de olas consistentes, cada vez más popular entre surfistas y mochileros por su ambiente relajado.
- El Cuco (La Unión): Con un oleaje constante y rompientes de buen tamaño, se perfila como un hotspot para surfistas que buscan nuevas experiencias fuera de la ruta tradicional.
- El Espino (La Unión): Punto menos desarrollado, ideal para quienes buscan una experiencia “off the beaten track”, con olas largas y menos concurridas.
3. Inversión, alianzas y desarrollo comunitario
3.1 Financiamiento público-privado
Surf City 2 es gestionado por el MITUR en coordinación con la COMURES (Comisión de Municipios para el Desarrollo Turístico) y el MARN (Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales). El modelo de financiamiento combina:
- Fondos estatales asignados a Turismo (presupuesto anual del MITUR y recursos del FOVIAL para carreteras).
- Iniciativa de Cooperación Triangular con agencias internacionales de desarrollo (por ejemplo, la AECID de España y la Agencia de Cooperación Alemana para el Desarrollo – GIZ) que aportan asistencia técnica en planeamiento sostenible y fortalecimiento de capacidades locales.
- Inversión privada en proyectos de alojamiento, restaurantes especializados y escuelas de surf. Pequeños inversionistas locales, emprendedores gastronómicos y empresas de hospedaje alternativo (hostales, glampings) son alentados con incentivos tributarios para instalarse en las zonas incluidas en el corredor Surf City 2.
3.2 Capacitación y oportunidades para comunidades
Uno de los pilares del proyecto es la inclusión de las comunidades costeras en el proceso de desarrollo:
- Escuelas de surf comunitarias
- Financiamiento para instructores locales que reciben certificación internacional (ISA – International Surfing Association).
- Programas dirigidos a jóvenes de escasos recursos, con becas parciales o totales para clases de surf y talleres de primeros auxilios.
- Emprendimiento y microcréditos
- Talleres de manejo de negocios turísticos (administración básica, atención al cliente, marketing digital).
- Acceso a microcréditos con tasas preferenciales para abrir cafés, rentas de tablas, tiendas de artesanías y hostales.
- Desarrollo de rutas turísticas integrales
- Senderos costeros que conectan diferentes rompientes, con paradas en miradores, puntos de venta de artesanías y espacios para actividades culturales (danza folklórica, exhibición de bordados).
- Capacitación de “guías locales de surf” (conocedores de corrientes, mareas y puntos críticos de cada rompiente), quienes reciben un distintivo oficial del MITUR.
- Protección ambiental y prácticas sostenibles
- Programas de reforestación de dunas en puntos críticos para evitar erosión costera.
- Jornadas de limpieza de playas (beach cleanups) coordinadas con ONG’s ambientales y clubes de surf.
- Impulso a proyectos de reciclaje con grupos de madres de familia que recolectan plástico y vidrio, y los transforman en artesanías que se venden a turistas.
4. Impacto turístico y beneficios esperados
La segunda fase de Surf City se propone alcanzar en los próximos 5 años las siguientes metas cuantitativas y cualitativas:
5. Desafíos y consideraciones futuras
- Incremento del 30 % en la llegada de turistas internacionales de surf
- Medir la ocupación hotelera en temporada alta (noviembre–abril) y baja (mayo–octubre).
- Consolidar a El Salvador en rankings internacionales de destinos de surf (por ejemplo, en publicaciones especializadas como Surfline o Wavefinder).
- Generación de 5,000 empleos directos e indirectos
- Incluye instructores de surf, personal de hotelería, guías turísticos, personal de limpieza y mantenimiento, artesanos y trabajadores de restaurantes.
- Apoyo a cooperativas de pescadores que, además de ofrecer paseos en bote, proveen productos marinos frescos a restaurantes surferos.
- Mejora de la infraestructura vial y servicios básicos en 10 municipios costeros
- Pavimentación de al menos 50 km de carreteras secundarias en la costa.
- Instalación de 20 módulos sanitarios y 15 paradas de autobús con áreas de sombra y azulejos informativos (mapas bilingües).
- Implementación de sistemas de alumbrado ecológico con paneles solares en las áreas de mayor afluencia nocturna (palapas, zonas de camping).
- Conservación ambiental y educación ciudadana
- Restauración de 100 hectáreas de manglares como barrera natural contra tsunamis y erosión costera.
- Programas de capacitación en escuelas de la zona para educar a niños y niñas en la protección del ecosistema marino.
- Incentivos a proyectos de turismo responsable (eco-lodges, “glamping verde”) que minimizan la huella de carbono.
A pesar del entusiasmo y los resultados preliminares, Surf City 2 enfrenta una serie de retos que deberán gestionarse para asegurar su sostenibilidad:
5.1 Equilibrio entre crecimiento y conservación
- Preservación de ecosistemas frágiles:
Las playas de El Salvador albergan manglares, dunas y corales costeros que requieren protección. Un exceso de construcción de infraestructura sin estudios de impacto ambiental podría poner en riesgo la biodiversidad de la zona.
- Regulación de concesiones:
Debe existir un marco claro que regule las concesiones de terrenos y la responsabilidad social corporativa de las empresas privadas que inviertan en áreas de alto valor ecológico.
5.2 Seguridad y percepción de riesgo
- Aunque en años recientes las tasas de violencia han disminuido en comparación con décadas anteriores, aún existen zonas de la costa que registran presencia de pandillas (maras) o conflictos territoriales. Mantener operativas las unidades de la Policía Turística y garantizar patrullajes frecuentes será vital para conservar la confianza de turistas internacionales.
5.3 Estacionalidad y diversificación de la oferta
- El oleaje óptimo en El Salvador suele concentrarse de noviembre a abril. Fuera de este período, las olas pueden ser menos constantes, lo que genera altibajos en la ocupación hotelera y en la demanda de servicios. Como respuesta, se planea potenciar otras actividades turísticas complementarias en temporada baja: ecoturismo en áreas boscosas, rutas culturales, turismo gastronómico y festivales musicales.
5.4 Adaptación al cambio climático
- El aumento del nivel del mar, la erosión costera y la variabilidad de las corrientes oceánicas son desafíos reales a mediano y largo plazo. Las autoridades, en conjunto con universidades (por ejemplo, la UCA y la UES), desarrollan estudios de modelado costero con el fin de anticipar eventuales riesgos y planificar planes de mitigación (dunas artificiales, barreras naturales y reforestación de manglares).
6. Casos de éxito iniciales y testimonios
Aunque Surf City 2 aún está en plena fase de implementación, ya se pueden destacar algunos casos que ilustran su impacto:
- Escuela de Surf Las Flores Surf Academy
- Ubicada en la playa Las Flores (Usulután). Fundada en 2019 como proyecto comunitario, en 2022 recibió fondos de MITUR para certificación de instructores y equipamiento. Actualmente imparte clases a 120 alumnos mensuales en temporada alta, de los cuales el 40 % son extranjeros. Ha cerrado contratos con agencias estadounidenses para retiros de surf (“surf retreats”) en temporada baja.
- Hostal El Palmarcito Eco-Lodge
- Inaugurado en 2023 en las cercanías de la playa El Palmarcito (Sonsonate). Construido con materiales locales (madera certificada, techos de palma, paneles solares), ofrece alojamiento para 20 personas con tarifas que oscilan entre USD 25 y USD 50 la noche. Su creador, don Mario Hernández, un ex pescador, ahora emplea a 15 vecinos en limpieza, cocina y guianza hacia puntos de snorkel cercanos.
- Ruta “De Punta Roca a Mizata”
- Proyecto de guías costeros certificados que, en 2022, elaboraron un circuito que une ambas rompientes con paradas en comunidades artesanales y miradores astronómicos. Reciben a grupos de 10 a 15 surfers/aventureros, y han logrado ingresos sostenibles: cada tour de tres días genera alrededor de USD 1,200 para la cooperativa – divididos entre guías, cocineros y transportistas.
- Feria Gastronómica “Sabor Surf” en El Tunco
- Evento anual creado en 2023 donde 25 restaurantes y food trucks compiten por el premio al “Mejor Ceviche de Aleta”. Impulsa el reconocimiento de la gastronomía local como complemento al surf: turistas que llegan a competir o entrenar también asisten a catas de cafés de altiplano y degustaciones de mariscos.
7. Perspectivas de largo plazo
De cara al futuro, Surf City 2 se propone alcanzar una serie de objetivos estratégicos de mediano (2025) y largo plazo (2030):
- Posicionamiento como destino de surf de nivel mundial
- Apoyar competencias internacionales (ISA World Surfing Games, Qualifying Series) y atraer la atención de celebridades del surf.
- Lograr que una revista especializada (por ejemplo, STAB o Surfer Magazine) incluya a El Salvador en su top 10 de destinos de surf antes de 2025.
- Integración de productos turísticos complementarios
- Desarrollar paquetes que combinan surf con recorridos de café orgánico en Chalatenango, rutas de montaña en Ahuachapán y turismo histórico en la Ruta de las Flores. La idea es ofrecer estancias mínimas de una semana para reducir la estacionalidad.
- Fortalecer la marca país y las exportaciones de “talento surfero”
- Capacitar a más jóvenes locales para competencias internacionales, con entrenadores y programas de intercambio en Hawái, Australia o Brasil.
- Exportar no solo olas, sino también cultura: promover festivales de surf, cine y arte en colaboración con el Ministerio de Cultura.
- Monitoreo y mejora continua en sostenibilidad
- Mantener registros anuales de calidad de agua, biodiversidad costera y huella de carbono de las operaciones turísticas.
- Ajustar regulaciones municipales para frenar el crecimiento desordenado de desarrollos inmobiliarios en zonas de alto riesgo costero.
El proyecto Surf City 2 representa la apuesta más ambiciosa de El Salvador para convertirse en un destino de surf de primer orden, al tiempo que impulsa el desarrollo sostenible de comunidades tradicionales. Al integrar mejoras de infraestructura, capacitación local, protección ambiental y creación de oportunidades económicas, se está construyendo un modelo de turismo que busca beneficiar a varios actores: surfistas, inversionistas, jóvenes emprendedores y los habitantes de la franja costera.
Para el país, el éxito de Surf City 2 podría traducirse en millones de dólares en ingresos por turismo, generación de miles de empleos directos e indirectos, y la consolidación de una marca país que deje atrás la imagen histórica de inseguridad y enfoque su atención en su patrimonio natural y cultural. Las perspectivas a futuro indican que, si se mantienen la coordinación gubernamental, el compromiso de la iniciativa privada y la participación activa de las comunidades, El Salvador podrá surfear no solo olas de clase mundial, sino también una ola de desarrollo y bienestar compartido.
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